Nublaita...

El cielo está nublado, y no consigo averiguar al doblar que esquina me he nublado yo también, quizá haya sido en esa misma en la que hace unos meses me arranqué el corazón y le di manga ancha a la cabeza para tirar del carro.
He perdido la cuenta de las veces que he hecho lo mismo, y pa ná, porque a fin de cuentas una es mujer, le viene la regla y las hormonas hacen su trabajo, porque hacen falta abrazos joder, porque una reniega y patalea pero en el fondo tiene su propia versión del cuento de hadas, lésbico eso sí.
Esta mañana me he pillado en un renuncio a mi misma, en medio de mil papeles... me he sorprendido imaginando mi versión.
Ella, me agarraría por la "pechera" y me diría muy seria:
- Tú, moco mierda, se acabaron las tonterías, de aquí "p'alante" tienes novia, y soy yo, que tengas claro que como esté en mis manos que esto funcione tienes parienta pa los restos.
Ya se que no es muy romántico, pero sólo soy una perversa de mierda, no se puede esperar mucho más de mi.

-lamanu-

Mi otra casa....

Tengo otra casa, no es mía, no pago la hipoteca, ni los recibos, no la tengo que limpiar, tampoco suelo cocinar en ella, supongo que por eso me gusta tanto, tiene el mismo fallo que mi piso... alli también me toca planchar, sólo mi ropa pero... odio planchar, aún así me encanta mi otra casa.

Me encanta porque allí puedo ser una niña, porque me levanto por la mañana y retumba la Callas, "L'amour Est Un Oiseau Rebelle", huele a incienso (nag champa), y en la cocina siempre está él (mi hermanito) preparado para darme un beso y un abrazo de buenos días. Él prepara el cafe mientras yo preparo las tostadas, nos sentamos a desayunar y podemos pasar horas fumando y hablando, bromeando o arreglando nuestro mundo, dando vueltas por Madrid o de tiendas por algún centro comercial, paseando o en el mini.

Me encanta porque tengo mi habitación, en la que por las mañanas se oye cantar a los pajaros, si me asomo por la ventana no veo un montón de tejados, no se escucha el tráfico ni al salir a la puerta me doy de bruces con la oficina.

Mi otra casa no es realmente mia, ni él es realmente mi hermano, no tiene mi sangre ni mi edad, de hecho tiene un año más que mi padre, pero alli me siento en casa, y a él lo quiero como si lo fuera, por muchas cosas que no me voy a poner a escribir.

Me sigo resistiendo a escribir el primer ñoñipost, pero ... ¿con poquito éxito verdad.

-lamanu-

El equilibrio...

Está claro que cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo y quizá... quizá eso mismito me esté pasando. Y es que las personas somos animales de costumbres y quien diga lo contrario miente, aunque este es un país democrático oye y a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga...
En fin, que incluso a estar jodida, a esa cálida melancolía de no hallarse una asi misma... hasta a eso una se acostumbra, y un buen día esa una se mira al espejo, no se ve especialmente guapa, pero coño sonríe, parece feliz y automáticamente la invade el vértigo: ¿será real?... ¡Virgen del apoderao, que dure!
Sin saber muy bien por qué, empieza a mirar alrededor, observa a los demás, sus idas y venidas, el amor, el desamor, la soledad... no le cuadra, no lo entiende, se siente bien pero observa alrededor y ve la orilla revuelta, al menos en apariencia, vuelve el vértigo, las preguntas: ¿aciertan ellos o yo? Se quema por no haber nacido inventora, por no haber creado una maquinita de respuestas, pero... sigue adelante, no entiende nada, duda, pero sigue adelante.
Un buen día, se da cuenta de que juzgar esta feo, y que de forma inconsciente o quizá consciente (quien sabe), su mirada al exterior era un grito en el silencio, una búsqueda aunque no sabe muy bien de que, de paz tal vez.
Ese buen día una es consciente de que quizá los demás también la observen a ella, y puede que encuentren cosas que tampoco entiendan, ese buen día una se da cuenta de que la paz esta dentro de ella y abandona la búsqueda con la tranquilidad de que no hay una única visión sino millones de visiones únicas... las de cada uno. Sonrie. Parece que vuelve el equilibrio... que dure por Dios, que dure.

-lamanu-